Las famílias opinan

13/05/2016 - 11:56

 

 En los Centros de Día Barcelona nuestros usuarios son lo más importante y, junto con los familiares y/o cuidadores, se trabaja con un único objetivo: el bienestar de la persona.

En este post queremos incluir dos textos que nos  han dado  un hijo y una hija que han confiado el cuidado de sus padres  al Centro de Día Barcelona 2.


Fortu García, hijo de la Señora Araceli:

Ya sabemos que, cuando nuestros mayores alcanzan la tercera edad, comienzan los problemas de la dependencia y esto nos lleva a una restructuración de nuestra vida cotidiana.

Como familiar de un usuario en un Centro de Día especializado en Demencias (madre con demencia con Cuerpos de Lewy),  detallo tres razones por las que recomiendo un Centro de Día para nuestros mayores:

– La Tranquilidad: de saber que se encuentra totalmente cuidada y atendida por profesionales que le ofrecen sus servicios, garantizando la cobertura de sus necesidades diarias, tanto de vigilancia como de apoyo psicológico,  pautas médicas, seguimiento físico, así como la participación en distintas actividades sociales, manualidades, etc…

– La Seguridad : de comprobar que diariamente me informan de su estado físico y anímico. Citando también el respeto y cariño que percibo con el que es tratada y, a su vez, la mejora de su estado emocional desde que utiliza este servicio.

– La Relajación : de poder retomar de nuevo por unas horas mi vida cotidiana, mejorando en calidad de vida y el desahogo por la presión que conlleva cuidar a una persona con esa enfermedad tan estresante y de alta vigilancia.


Josep Mª Prat

Sílvia Prat, hija del Señor Josep Maria:

Después de la muerte de mi madre, la situación física y psíquica de mi padre empeoró, evidenciandose su deterioro psíquico (demencia senil) y físico (grandes problemas de movilidad), por lo que tomé la decisión de llevarlo a vivir conmigo.

Pero yo vivo en un tercer piso sin ascensor, lo que hacía que le resultara muy didícil subir y bajar las escaleras.

Entonces le concedieron el segundo grado de dependencia y , siguiendo el consejo de su médico y de su Trabajadora Social, decidí llevarlo al Centro de Dia Barcelona-2, del barrio de Sants. Yo no tenia nada claro que utilizar este servicio fuera lo más adecuado, ya que en un principio me parecia que era como si quisiera aparcarlo y esto me hacía sentir culpable. Además, a mi padre no le gustaba nada la idea.

Aún y así, di el paso y puedo decir que después de un més y medio la mejoria de mi padre es evidente. Camina mucho mejor, no le cuesta tanto subir las escaleras e interactua de una manera más activa con su entorno; además, el Centro de Día le permite relacionarse con personas de su edad.

El trato con el personal (terapeutas, psicóloga, gerocultoras y otros trabajadores del Centro) es inmejorable; han conseguido ganarse a mi padre, Josep Mª Prat Peirot. Él está muy contento, a pesar de que a veces protesta por que preferiría estar conmigo en casa, ¡ya se sabe!

En cuanto a mi, el hecho de saber que mi padre está en buenas manos y disponer de un tiempo para ocuparme de mi hijo, mi marido, la casa y de mí misma, me ha permitido ganar en calidad de vida.


Agradecemos a Fortu y a Silvia la confianza que depositan en el Centro de Día Barcelona-2  y que hayan querido compartir su opinión.


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