Los centros de día nacen como alternativa a las residencias de ancianos o, como se les llamaba tradicionalmente, “asilos”, que se generalizaron principalmente en las ciudades a raíz de los grandes cambios económicos y sociales que tuvieron lugar especialmente durante la segunda mitad del siglo XX.

Entre los factores que contribuyeron a la demanda de instituciones que se encargasen del cuidado de las personas mayores cabe destacar el aumento de la esperanza de vida, con el deterioro que conlleva vivir más años (enfermedades que acarrean graves dependencias y que requieren atenciones y cuidados especializados), y la incorporación de la mujer, en quien tradicionalmente ha recaído el rol de cuidadora, al mercado de trabajo. Esto, unido al incremento de la población anciana por la reducción de la natalidad, entre otros factores, ha conformado una estructura demográfica con gran presencia de mayores de 65 años que ha requerido cambios institucionales y sociales.

Un centro de día para mayores: compatible con la vida familiar

En este contexto, los centros de día tienen como objetivo atender a la demanda de fórmulas y opciones al margen de las residencias de carácter permanente, que a menudo implican para las personas ancianas un distanciamiento de su entorno e incluso a veces una ruptura total. Estos equipamientos sociosanitarios permiten que las personas mayores puedan ser atendidas de forma preventiva para paliar el deterioro de la edad y tratar patologías en su primera fase sin que tengan que alterar su vida cotidiana y familiar. De esta manera mejora la calidad de vida tanto de las personas ancianas como de sus familias y se relega el cuidado permanente a situaciones de gran dependencia.

Encontrar un centro de día para mayores adecuado para que atienda las necesidades de nuestros seres queridos siempre es un tema delicado. Entre las cuestiones que se deben tener en cuenta están no sólo la oferta de atención a la dependencia física sino, sobre todo, emocional. El deterioro del envejecimiento afecta de manera determinante a la autoestima de las personas, acarreando frecuentemente más deterioro. Así, en la atención de los mayores es importante desde la prevención, detección y tratamiento de enfermedades y el cuidado de su higiene hasta su imagen personal, sus relaciones con otras personas de su edad y la mejora de su calidad de vida en general, velando por su autonomía y su capacidad de llevar una mejor vida independiente. Por eso en centros de día como los gestionados por Serveis Geriàtrics de Barcelona, S.L. se da tanta importancia a actividades como el trabajo social y la terapia ocupacional.

Solicite ayuda a la administración en su centro de día

Si busca un centro de día para mayores en Barcelona, además, debe tener en cuenta que puede solicitar diferentes tipos de ayudas. En Serveis Geriàtrics de Barcelona, S.L., sabemos que este tipo de trámites tienen dificultades burocráticas y por eso nuestros profesionales le orientarán para ponerse en contacto con la Generalitat y el resto de administraciones públicas pertinentes.

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