Beneficios de los Centros de Día en Personas Mayores.

20/03/2015 - 12:51

Muchas familias acuden a nuestro Centro con el reparo de si están haciendo lo correcto al tomar la decisión de ingresar a su familiar (padre, madre, esposo o esposa) en un Centro de Día.

Sienten que la responsabilidad de cuidar de la persona mayor es suya y les preocupa estar abandonándolo. En algunos casos, incluso pueden llegar a sentirse culpables.

Muchas veces, llegan a nuestro Centro después de haber estado mucho tiempo cuidando de esta persona en casa, a tiempo completo y habiendo restringido su vida a estar pendientes del cuidado de su mayor. Por este motivo, es importante explicarles en la primera entrevista qué es exactamente un Centro de Día y cuál es su función, al mismos tiempo que aclaramos sus dudas.

Este primer contacto será, quizás, el momento en que el familiar nos explicará los motivos que le empujan a tomar esa decisión, y el hecho de sentirse escuchado y entendido será un paso importante para él. Al mismo tiempo,  debemos  transmitirle que la confianza mutua es importante y que ésta la iremos construyendo poco a poco. Le explicaremos que el Centro de Día no es un lugar al cuál lleva a su familiar «para sacárselo de encima», sino un lugar donde estará atendido y donde tendrá la oportunidad de hacer unas actividades que le pueden ayudar a mejorar, en algunos casos,  y a mantener en otros, su estado de salud general.

También es necesario explicar a la familia que, al mismo tiempo, este ingreso tendrá un efecto balsámico en su vida, ya que aliviará al cuidador principal de la posible sobrecarga que pueda estar sufriendo.

El Centro de Día ofrece unas rutinas que ayudan a la persona mayor a mantenerse activa, a relacionarse, y es la excusa perfecta para salir de casa cada día un rato. En la mayoría de los casos, nuestros usuarios se acostumbran tan rápido a la dinámica del Centro que acaban echándola de menos durante los fines de semana. Siempre decimos, a nivel coloquial, que es como ir al Casal o al Gimnasio, sólo que para personas con cierta dependencia.

En definitiva, el Centro de Día es un recurso asistencial pensado para atender a la personas mayores, no para dejarlas «aparcadas». Es un lugar donde trabajan especialistas en gerontología y donde se hace un trabajo con mucho tacto, sabiendo que tratamos con personas con cierta fragilidad.


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